“Ya, pero…”

Si alguno os habéis paseado por la calle con “La semana laboral de cuatro horas” de Tim Ferris, cuya portada reza “no es necesario trabajar más”, con bastante probabilidad alguien os habrá abordado para preguntaros en tono de incredulidad “¿es verdad eso?”. Ese es el problema de los que hemos cambiado el paradigma laboral: que vivimos fuera de Matrix y no podemos salvarlos a todos.

Aprovechando estos días de descanso y reflexión, y a pesar de que mi pila de lectura pendiente amenaza con desbordarse, me ha apetecido releerlo de nuevo y me lo he llevado a la playa. Una amiga me hizo la pregunta del millón – ¿Es eso verdad? Le contesto que sí, que hay gente que no necesita más de cuatro horas a la semana para gestionar sus activos, siempre que previamente hayas automatizado los procesos al máximo y hayas conseguido una gran disciplina tanto laboral como en la gestión de tu tiempo, pero que lógicamente hay que ir empezando con objetivos menos ambiciosos. Pone cara de incredulidad y me dice “ya, pero eso le vale al que es rico”. Le contesto que no. Que yo por ejemplo he reducido mi joranda laboral a una 30 horas semanales, y que algunas semanas (por ejemplo en Agosto, que el pais se paraliza) he estado cerca de las cuatro horas semanales, lo suficiente para responder algunos correos, cerrar algunas fechas, estudiar algún pliego y “maquear” alguna oferta precocinada desde la playa, todo siguiendo el principio de Semler de “todos aprendemos a llevarnos trabajo el viernes a casa, pero no a escaparnos al cine un miércoles por la mañana”.

Sigue poniendo cara de incredulidad. “ya, pero es que tú tienes una empresa…”. Le digo que evidentemente. Que siendo asalariado va a ser muy complicado implementar un cambio de ese calibre, pero que mucha gente ha conseguido acuerdos de teletrabajo o han cambiado su tipo de relación con su empleador para pasar a ser freelance, y si eso lo acompañas de una mejora de la productividad del 50 al 80% (algo que yo he conseguido en algunos clientes en pocos meses de trabajo) puedes hacer el mismo trabajo que vienes haciendo ahora mismo en 15 o 20 horas a la semana, dejándote el resto del tiempo libre para ir haciendo todas esas cosas que estás postergando porque “el trabajo no te deja” (que esa es otra de la que hablar largo y tendido). Que mucha gente monta una empresa y se encuentra esclavizado a jornadas de 16 horas y estress galopante. Pero que en cualquier caso el que algo quiere algo le cuesta.

“Ya, pero es que eso es muy complicado, y además hay muchos riesgos, porque con la crisis que hay ya me dirás tú, y además de lo que yo trabajo ya me dirás tú como se monta una empresa, tú es que has tenido mucha suerte…”. Desisto. Sonrio levemente y digo “claro, tienes razón”, y cambio rápidamente de tema (lo buenos que están los mojitos que sirven en la piscina de la urbanización, o algo así). No puedes salvarlos a todos, Neo. No puedes salvarlos a todos.

Morfeo

“You have to understand, most of these people are not ready to be unplugged. And many of them are so inert, so hopelessly dependent on the system, that they will fight to protect it.

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8 respuestas a “Ya, pero…”

  1. fusero dijo:

    ….hmmm…. 4 horas semanales para gestionar tus activos? Eso me suena a Kiyosaki. Por cierto, tu amiga es un tipo de personaje descrito por Kiyosaki en sus libros…

  2. Aunque no me gusta hacer este tipo de comentarios… no puedo evitarlo.

    Qué buen post!! Totalmente de acuerdo!! :D

  3. Ángel dijo:

    Hola payo Raul… Te veo ultimamente casi tan ocioso de blog como yo, tenemos que ponernos las pilas… ;-)

    @fusero, efectivamente Ferriss y Kiyosaki están en una línea muy similar, la de la independencia, aunqu Ferriss da más datos sobre como mejorar tu productividad, gestionar mejor tu tiempo, diseñar tu negocio “en automático” y, sobre todo, QUÉ HACER una vez que consigues ese tiempo libre, alo que no es un tema baladí en absoluto.

  4. Lorena dijo:

    Pues yo estoy muy en tu línea.soy empresaria desde algo mas de 15 años…he trabajado mucho, muchas horas pero claro tenía 3 empresas y casi 80 empleados,,,y he tenido que oír muchas veces la suerte ! Que he he tenido..!!!
    Suerte?? Arriesgando todo y dispuesta a volver a empezar? A negociar con 1 director general y servir cafés
    como 1 experta camarera? En fin, cdo sale el ta
    hablo del tiempo y desde luego “gestionaba mis acciones”
    no “el tiempo” y he podido hacer cosas que un pleado con sus 8 horas ni se lo plantea.Ahora si tengo la “suerte” de hacer o trabajar si quiero, pero no por cuestión de suerte.y eso si, ayudo a las empresas “escépticas” en aprender y gestionar mejor sus acciones redundando en aprovechar mejor el tiempo y ser mas productivos.
    Gracias por tu post, me ha hecho rememorar…

  5. Esteban dijo:

    Ángel qué razón tienes. En otro extremo de las cosas, a mi me han llegado a decir que trabajo en casa, luego está claro que no pego palo al agua.

    Si al final todo se resume en que la gente habla sin saber y desde una posición cómoda y a veces incluso cínica y degradante para los demás.

    Volviendo al tema del post :D estoy convencido de que hay que currárselo de lo lindo para poder tener la mitad de la jornada laboral usual, pero se produce el curioso fenómeno de que aunque muestres a la gente que es verdad, nadie se lo cree, o piensa que el esfuerzo para llegar a eso no compensa.

    Eso si, casi nadie admitirá que de su jornada de 40 horas semanales puede sacer como jornada neta aproximadamente 20-25 horas :D Quitemos los cafés, el comentario del partido de anoche, el ir al baño, remolonear… todos lo hemos hecho cuando trabajábamos en otros temas.

  6. Ángel dijo:

    110% de acuerdo, Esteban. Me recuerdas a un compañero que se quedaba todos los días hasta las nueve en la oficina, pero a las siete y media estaba leyendo el marca, a las ocho y media estaba mirando motos en coches.net, a las nueve menos cuarto estaba configurandole chorradas al teléfono móvil, y cuando le decías “tío, ¿Por qué no te vas a casa?” te decía “uf, imposible, estoy liadísimo, tengo una barbaridad de trabajo…”. O aquella otra que se escaqueaba para entrar a las diez y media de la mañana y hacía comidas de tres horas, pero luego se quedaba a las diez de la noche en la empresa porque era la hora a la que estaban los directores y los cuatro que más pringábamos… ¡Que tiempos! :-D

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  8. Joserra dijo:

    No me extraña que os cabreeis cuando achacan a la suerte lo que habeis conseguido… :) un día deberé tomar esa maldita pastilla roja e intentarlo también!! :)

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