Oferta y Demanda

Aviso: Ladrillo Tendencioso, Obvio y Pendenciero. Lean bajo su propia responsabilidad y no alboroten.

 

 

 

Albert Einstein decía que la fuerza más poderosa del universo era el interés compuesto. O eso cuentan, ya que parece ser que es una leyenda urbana como la de que en Chino “crisis” y “oportunidad” significan lo mismo. Ya me extrañaba a mi que al Maestro se le escapase en público una pamplina semejante, ya que a las siete mil fuerzas más poderosas que el interés compuesto habría que añadir por lo menos una más: la de la oferta y la demanda.

Oferta y Demanda son conceptos clave en el estudio de la economía (algo que yo hago solo a nivel amateur, que conste). Cuando sale el tema en algún curso o charla, siempre suelo poner el mismo ejemplo: supongamos que yo tengo una empresa de coches de lujo que se llaman Mencendes. Saco mi producto al mercado a un precio de 25.000 euros, y todo hijo de vecino quiere un Mencendes por su estupenda calidad y durabilidad. Pero yo no tengo capacidad de construir coches para todo el mundo, hay una cantidad limitada de Mencendes al año… Una primera opción es aumentar mi capacidad de producción invirtiendo y esperando que la economía de escala haga descender costes, aumentar los beneficios y que ese aumento de beneficios haga rentable mi inversión. Puede que sea así, y puede que no. O puede que me convierta en un monstruo enorme y no sea capaz de seguir manteniendo el nivel de calidad de mis coches. O puede que me haga tan grande que venga una crisis y se me lleve por delante por los elevados costes estructurales a los que he accedido. O puede que no sea capaz de lograr grandes economías de escala y solo ahorre un 5 o 6%, cuando en bolsa u otros mercados podría estar consiguiendo muchísima más rentabilidad.

Pero hay otra opción: dentro de mi plan de Marketing, puedo optar por no ser el lider en costes (el más duro de todos los roles) y ser el lider en calidad e imágen de marca. Así que en vez de invertir en plantas de producción subo los precios de mi Mencendes a 35.000 euros. Y sigue habiendo un montón de gente que lo quiere. Más de los que hay. Así que subo a 45.000, y entonces el número de gente que puede pagar un Mencendes es exáctamente el mismo que el número de Mencendes que vendo al año.

Muy bien: pues entonces 45.000 euros es el precio de mi Mencendes. Punto. Period. Finito. Kaputt. Köniek. Oferta y Demanda. Si lo subo más, habrá más Mencendes que compradores. Si lo bajo, más compradores que Mencendes.

Aparecen entonces hordas de moralistas al grito de “paz, amor…y el Plus p’al salón” que dicen que esto es injusto:

Que el Mencendes cuesta 18.000 euros, y que venderlo a 24.000 ya era un precio muy justo. Que el empresario es un tirano explotador (mi cantinela favorita) que se está embolsando 20.000 injustos euros por cada Mencendes que vende. Lo que no entienden estos señores es que los mercados no entiendes de morales o justicias: funcionan por los inexorables principios de la Oferta y la Demanda, aspectos inherentes a la naturaleza humana.

Pues lo que habría que hacer es subir los salarios mínimos para que todo el mundo pudiera comprarse un Mencendes de 45.000 euros“, argumento sindical típico. Ups. Craso error. Cuando todo hijo de vecino recibe sus nuevos y relucientes salarios aumentados y van a por un Mencendes, volvemos a lo mismo: no puedo darle Mencendes a todo el mundo. Así que subo a 55…A 65… Y eso, niños, se llama inflación. Y al final solo pueden comprarse el Mencendes los mismos de antes, pero por el camino hemos hecho que los costes en nuestro país sean tan altos que no hay quien venda un Mencendes fuera de nuestras fronteras. Y hemos perdido competitividad.

Esto, que funciona para los Mencendes, funciona también para los salarios. Al fin y al cabo, hay tres tipos básicos de mercados (si no me equivoco y recuerdo bien las Lectures de economía de Stanford que tengo por ahí): productos, servicios y mercados financieros. Y los mercados de servicios se basan en personas. Comprar los servicios de personas y vender esos mismos servicios. Por lo que el product management, el marketing y el plan de negocio en empresas de servicios se basa en gran medida en el ajuste de los costes de personal y los precios por persona / mes (aaah! ya vemos por donde va el Medinilla).

Así que supongamos que yo oferto un puesto de trabajo para un consultor con titulación superior y tres años de experiencia, con buen nivel de inglés (pondría dominio, pero es que tal como está el patio de los idiomas en España me entra la risa) y excelentes dotes de comunicación oral y escrita… Y lo oferto en 12.000 euros al año. Y claro, no se presenta ni el Tato. Entonces lo oferto a 18.000, y comienzo a recibir candidaturas, pero todas por debajo de lo que necesito. Lo pongo en 22.000 y aparece algún perfil que podría servir, pero no muy motivado….Lo pongo a 24.000 y encuentro lo que necesito. Negociamos una serie de pluses en especie y ventajas laborales sobre esta cifra y la persona firma el contrato contenta. Hop. Ese es el precio de un puesto como el que ofrezco, en una empresa como la que tengo, en un mercado como el que opero. Punto. Period.

Supongamos que lo pongo en 60.000 y aparecen 120 candidatos, todos ellos válidos. Partiendo de la base de que cualquiera de ellos me sirve, negociaré entonces a la baja con estos candidatos hasta quedarme con el que acepte el puesto de buena gana por menos dinero. Y ese será el precio del puesto. Full stop.

¿Que al bajar el salario disminuye la motivación? Hay mucho escrito sobre esto. Si se trata de motivar mediante dinero (pobre recurso, por cierto, pero muy efectivo), la recompensa no puede ser arbitraria (trabaje como trabaje al final gano lo mismo), sino variable. Estoy más que dispuesto a que hablemos de incentivos variables en función de objetivos, pero lamentablemente en el 100% de empresas que he conocido de cerca (incluidas en las que he trabajado) los incentivos eran un “plus” arbitrario que todos los años se convertía en un 75, 80 u 85% de cumplimiento “para no dar el cante”, incluso si habías conseguido más de lo que te habían pedido o no habías hecho el huevo.

¿Que te ofrecen más dinero en Mercadona reponiendo, como decía alguien hace poco en los comentarios de otro artículo? Genial. Oefrta y Demanda. Eso es sin duda porque hay menor oferta de gente que quiera reponer o mayor demanda. Cualquiera de las dos es posible. Ahora mismo la demanda de consultoría no es muy alta, y desde luego es mucho menor que la cifra de nuevos titulados al año, los cuales normalmente no están por la labor de presentarse a reponedores de Mercadona, con todo mi respeto y admiración ante dichos profesionales (reponedores y licenciados), que conste.

Pero es que el salario no es justo“… Y dale. 1) Nadie te obliga a cogerlo. 2) Esto no va sobre justicia o moral, es un mercado.

Si tratas a las personas como mercancía no tendrás calidad ni productividad ni…“. Ah, oh, vale. Hagamos una cosa, vente a trabajar gratis. Por el buen rollo. En pro de la calidad, la satisfacción del cliente y el Plus p’al salón. “Es que el trabajo vale dinero y hay que pagarlo“. Pensé que en eso estábamos: en poner un precio al trabajo.

Es que yo para eso prefiero quedarme en casa“. Ok, estupendo, es tu opción. Si todo el mundo se queda en su casa, subirán los salarios. Pero si mientras tú te quedas en tu casa aparecen cuatro candidatos aptos, uno de ellos conseguirá el puesto y tú te quedarás en tu casa. Sin hablar de la posibilidad de que los cuatro que aparezcan vengan de china, claro. Pero no voy a seguir con lo del offshoring porque entonces dicen que los empresarios amenazamos (¿y qué hacen los candidatos cuando dicen que prefieren irse a casa o al Mercadona a reponer?).

Y luego están las externalidades, que afectan a los mecanismos de oferta y demanda, pero eso es otra historia que da para otro post…

Aviso: ultimamente ando bastante encabr mosqueado con los comentarios sobre este tema en particular, así que se aceptan todo tipo de razonamientos y críticas, constructivas y destructivas, pero borraré inmisericordemente todos los comentarios con comentarios personales o despotriques vacíos sobre lo injusto del mundo, la vida y el sistema capitalista :twisted: :twisted: :twisted:

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32 respuestas a Oferta y Demanda

  1. Mira que te gusta hurgar en la herida, eh…

    En realidad, a quienes estamos convencidos de esto, no nos dices nada nuevo. Y a quienes están convencidos de lo contrario, es como si oyeran llover. Así que… ¿para qué darle más vueltas? Que cada uno haga lo que quiera, que en el pecado está la penitencia.

    Lo que pasa es que te gusta discutir, eh… :D

  2. lboisset dijo:

    De nuevo un gran artículo. Esto va junto con otra “fuerza” que es la de los ciclos económicos supongo. Ya que igual que es inevitable que el mercado ajuste constantemente la oferta y la demanda, creo que también es inevitable que hay ciclos económicos en los que los salarios y el nivel de vida van subiendo hasta que se rompe la cuerda y hay que hacer una corrección por exceso de BMW, Cayennes, Mercedes. Y ahí es cuando muchos se caen de la higuera y se quedan reclamando sus “derechos” adquiridos y llegan los gobiernos con intervenciones para “engañar” al mercado y a la ley de la oferta y la demanda. ¡3 años de paro! Venga ya!

  3. philippe dijo:

    Muy bien dicho. Totalmente de acuerdo.

  4. Diego dijo:

    ¿Es aquí el concurso de obviedades? :-P

  5. Ángel dijo:

    Pues ya veis, Consultor y Diego, pasearos por los comentarios de algunos de mis articulos de “polémica” y veréis que mucha gente no lo ve tan obvio.

    Y si, me gusta discutir y pongo estas cosas para que me saquen en el menéame, suban mis suscritos y así…¡Apoderarnos del mundo, Pinky!… Ooops. Volvía a olvidar mis píldoritas de las 12… :-)

  6. javisantana dijo:

    “””
    Supongamos que lo pongo en 60.000 y aparecen 120 candidatos, todos ellos válidos. Partiendo de la base de que cualquiera de ellos me sirve, negociaré entonces a la baja con estos candidatos hasta quedarme con el que acepte el puesto de buena gana por menos dinero.
    “””
    El problema aquí es que seguramente no puedo medir cuanto estoy perdiendo (o cuando no voy a ganar) por contratar a uno que acepta un salario menor, mucho menos en el sector que comentas.

    Y efectivamente, la gente se ha movido mucho y ha ganado mucho más gracias a esa oferta/demanda que comentas, de mientras los gerentes se preguntan “yo no sé por qué se me va la gente” (que tire la primera piedra el que no haya escuchado esa frase alguna vez).

    Los que se quejan posiblemente se quejarían lo mismo en este negocio que en el mercadona reponiendo

  7. No, si ya sé que hay un determinado perfil que no lo entiende. Pero es como si alguien no entiende que cuando el sol está en el cielo es de día; ¿hay discusión razonable y constructiva posible con quien tiene esa opinión, y que encima te dice que eres un intransigente, un facha y no sé cuántas cosas más por afirmarlo?

    Por eso yo cada día paso más de este tipo de discusiones: las cosas son así, no pueden ser de otra manera, y el que lo quiera entender que lo entienda y el que no, pues peor para él.

  8. Ibai Peña dijo:

    A mi no me parece mal que la gente se queje de lo mal que esta la cosa, PERO luego hacen algo para remediarlo.

    Te quejas de que en tu curro te pagan poco y que en mercadona te ofrecen más dinero? Pues haz algo para mejorar tu situación (vete al mercadona, presiona al gerente de alguna manera para que te suba el sueldo, o montatelo por tu cuenta, por decir algunas).

    Criticas a los empresarios porque no pagan suficiente a los de tu perfil? Hazte empresario, y da ejemplo.

    Lo que no soporto es la queja continua de gente que hace nada para solventar su situación.

  9. Lolo dijo:

    Como ya han comentado, una charla fútil que no sorprende a ninguno e indigna a muchos. Eso sí, no creo que nadie se atreva a opinar que no es cierto. ¿Injusto? No lo creo. El mundo hoy en día está configurado de esta manera. O lo tomas, o te retiras al monte.

    Lo que sí es cierto es que, llegado un momento en la vida, y cuanto antes mejor, todo el mundo debería pensar en sí mismo como en una empresa. Vendo mi tiempo por un salario y unas condiciones, y he de estar toda mi vida adaptándome al mercado para que “lo que vendo” (que soy yo mismo) cada vez sea un producto más atractivo y mejor pagado. Es muy cómodo quejarse contínuamente del empresario opresor y no trabajar duro para salir del camino establecido y buscar la posición óptima de cada uno dentro del sistema. Habrá quien prime la comodidad, habrá quien prefiera los ingresos, y los habrá que intenten llevar una vida equilibrada. Cada uno que tome sus propias decisiones que para eso somos mayorcitos.

  10. Ángel dijo:

    Ibai, totalmente de acuerdo.

    Lolo, el caso es que sí que hay gente que se sorprende de estos planteamientos, pero como dice Consultor más arriba es probable que esta gente no atienda a razones de ningún tipo, por lo que no tengo más remedio que entender lo de “futil”: no es del todo futil cuando me permite compartir comentarios con vosotros, pero bueno, entiendo lo que quieres decir.

  11. Ricardo dijo:

    Efectivamente. Hay gente que no lo tenemos tan claro. De hecho, algunos pensamos que dudar es positivo y que presentar una opinión o una teoría como la verdad absoluta o como una obviedad, es realmente negativo. Cuando menos dificulta el aprendizaje y la dialéctica. Y que yo sepa, esto de los blogs y el asunto 2.0 va de diálogo, entre otras cosas. Para monólogos ya están la tele, la radio, los libros y los periódicos.

    Así pues, con el ánimo de dialogar y no sin miedo a las amenazas de censura que profiere el arriba firmante, y que pueden dar con este comentario en el agujero negro del “delete”, me atrevo a discrepar.

    Pero antes de discrepar, veamos los puntos básicos en los que sí estoy de acuerdo. La oferta y la demanda son, efectivamente, las fuerzas más poderosas de la economía capitalista. Son imparables y reflejan el comportamiento de todos los agentes económicos y sus intereses, y sus desplazamientos fuerzan los ajustes de los mercados, de todos los mercados.

    La competencia, los precios, las cantidades, el reparto, en definitiva, todo, viene determinado por la interacción de las fuerzas de oferta y demanda. De hecho, creo, que en mercados con información perfecta, completa y on line para todos, con consumidores y empresarios racionales, con productos perfectamente intercambiables, con un gobierno aséptico (que gestione por intereses públicos y no personales), etc., serían la oferta y la demanda las únicas capaces de resultar cien por cien eficientes en la asignación de recursos siempre limitados a infinitos fines alternativos.

    Y he aquí la gran (mi gran) discrepancia: eso no existe. No existen los mercados en competencia perfecta. De tú teórico “Mencendes” a la realidad social, hay un abismo insalvable. No hay información perfecta, ni completa, ni on line para todos. Y no hablo sólo de la igualdad de oportunidades. La realidad social es tan compleja que ni siquiera para las élites existe la información total. Para prueba un botón: ¿alguien sabe cuánto durará la crisis? ¿alguien predijo la profundidad de esta crisis? Y para los que acertaron y acertarán, ¿el acierto se debe al puro azar o algún paradigma científico aceptable?

    Por tanto, todos tenemos que tomar decisiones con poca información y mucha incertidumbre. Y por ello las decisiones no pueden ser racionales, o tan racionales como supone la teoría económica (entiéndase racionales como la mejor decisión en cada momento).

    Segundo punto, no existen los bienes intercambiables y por tanto la competencia no puede ser perfecta. De hecho, la mayoría de las empresas buscan diferenciarse, que sus bienes o servicios no se parezcan a los del la competencia. Algunas intentan inventar o encontrar mercados nuevos para productos nuevos (océanos azules) sin rivales. Incluso las más grandes intentar aplastar a sus rivales o expulsarlos del mercado. En definitiva, las empresas parecen buscar no tener competencia, no estar sometidas al mercado. Y todas estas estrategias se explican en las escuelas de negocios y marketing como si fueran la quintaesencia del capitalismo, cuando en realidad son todo lo contrario.

    ¿Cómo vamos a elegir si no podemos? ¿Dónde queda la oferta y la demanda?

    Ahora vamos con los gobiernos. ¿Alguien es capaz de mencionar el nombre de un solo gobernante que se haya guiado única y exclusivamente por el interés público? Yo desde luego no soy capaz. Pero supongamos que existe. Y que es un ferviente defensor del mercado. ¿De qué mercado? ¿Del de competencia perfecta que es una utopía? ¿Del de competencia monopolística, del oligopolio, del monopolio? ¿Depende del sector? ¿Y el mercado laboral? ¿Es Keynesiano, clásico, neoclásico, liberal? Me parece que la política económica nunca será neutral y que cualquier decisión afectará a las curvas de demanda y oferta y por tanto estas no podrán moverse libremente. Y eso se explica en las facultades de Economía como la quintaesencia del economista: políticas monetarias y fiscales siempre dirigidas a contrarrestar los efectos del ajuste económico que producen los movimientos de oferta y demanda. Porque si dejamos que los ajustes económicos campen a sus anchas, resulta que en los ajustes se nos va la vida.

    Parece que las empresas no quieren competencia, ni los gobiernos quieren que la oferta y la demanda fluctúen a sus anchas. Paradójico.

    Y todo eso tiene que ver con otra gran discrepancia: la oferta y la demanda no reflejan la naturaleza humana. Porque la naturaleza humana no existe. Cada uno nos fabricamos la nuestra. No tenemos instinto como los animales, no seguimos pautas preprogramadas. Nacemos sin libro de instrucciones, sin sentido. Como decía Sastre estamos condenados a ser libres. Tenemos libertad para tomar decisiones, pero si éstas son equivocadas (y muchas de ellas lo serán) estaremos condenados a ser responsables de sus efectos, nos guste o no. Y parece que no nos gusta.

    Si cada uno tiene que fabricarse sus decisiones como puede, si no queremos ser libres (porque no queremos ser responsables), si no existe el mercado perfecto, ni los bienes o servicios perfectos, ni la oferta y la demanda fluctúan libremente ¿los precios, las cantidades y el reparto que genera el sistema son los más adecuados? Yo tengo dudas. Punto, full stop, finito, point, kaputt, köniek

  12. Ángel dijo:

    “la naturaleza humana no existe”… Si, eso pensaban los comunistas, pero no les salió muy bien el experimento según tengo entendido, precisamente por no tener en cuenta la naturaleza humana.

    La discrepancia tal como la planteas, de forma razonada y respetuosa, es más que bienvenida. No obstante, no acabo de seguir tu hilo argumental. Propugnas que para que funcionen la oferta y la demanda debe haber información perfecta, que no podemos elegir, que no existen los bienes intercambiables… Creo que no puedo estar de acuerdo.

    Por otra parte, por supuesto, existen políticas y mecanismos que alteran la ley de oferta y demanda: externalidades. Que como digo, dejo aparte porque no estoy hablando en realidad de economía sino de salarios y actitudes ante la vida.

    Respecto a gobernantes que actuen por interés público… Depende de si eso da votos o no. Al fin y al cabo, la consecuencia de la democracia (el menos malo de los sistemas hasta que alguien pergueñe otro) es precisamente el populismo.

  13. Ricardo, nada de lo que dices rebate lo que plantea Ángel, que es la esencia del mercado: oferta, demanda, mecanismos de ajuste, equilibrio.

    Efectivamente, luego la vida real aporta una serie de condicionantes (barreras de entrada y salida, información asimétrica, actuación de los Gobiernos, etc.) que hacen que el resultado del ajuste de mercado no sea el mismo que en competencia perfecta. Pero sus mecanismos básicos siguen funcionando exactamente igual: oferta, demanda, mecanismos de ajuste, equilibrio.

    Discrepo en lo de la naturaleza humana. Por supuesto que existe una naturaleza humana. Somos más animales de lo que insinuas, por supuesto que tenemos instintos y programaciones. Somos, en términos generales, egoistas. Es el egoismo el que hace que funcione el mercado: cada uno elige en función de sus intereses egoistas y la suma agregada de decisiones es lo que genera un equilibrio de mercado. Los sistemas económicos que han obviado este hecho se han estrellado de forma irremediable.

    En definitiva, que el resultado del mercado sea o no el adecuado no implica dudar de su existencia (es como si alguien critica la fuerza de gravedad porque le ha caído una maceta en la cabeza; el resultado no es óptimo pero oiga, es que la ley de la gravedad funciona así; lo que se puede hacer es evitar que haya macetas en los balcones, pero no suprimir la ley de gravedad).

    Por último, lo del resultado “adecuado”…¿quién debe decidir qué es lo adecuado? Ninguna decisión “desde arriba” funciona. Lo que funciona es el equlibrio de mercado derivado de la suma de decisiones individuales. Y para que efectivamente resulte, lo que hay que hacer es eliminar al máximo las restricciones a la competencia perfecta: favorecer la transparencia, la ubicuidad de la información, eliminar barreras, etc… y dejar que los individuos decidan.

  14. Jose M Beas dijo:

    Bueno, Ángel, en general estoy de acuerdo contigo pero se te olvida contar qué pasa cuando en los mercados no hay una competencia perfecta, es decir, cuando hay monopolios o incluso peor, cárteles (unos pocos se asocian para manejar la oferta). No sé, creo que esos de la OPEP hacen algo parecido… pero quizás son cosas mías… ;-)

    Ojo, no digo que esto ocurra en España y en el sector de la consultoría o el desarrollo de software, pero sí que es posible que haya un cierto efecto relacionado con la imperfección de los mercados.

  15. Nacho Muñoz dijo:

    Esto ha sido un Ladrillo Tendencioso, Obvio y Pendenciero que he leído bajo mi propia responsabilidad, pero este tipo de explicaciones directas en formato conversación “de cafetería”, se agradecen.
    Un saludo.

  16. Smolina dijo:

    Angel, excelente descripción de cómo funciona la oferta y demanda, aunque le tengo que sacar un pero: las externalidades que obvias en el artículo. ¿Cuál sería el límite que pondrías a la ley del mercado? Del artículo parece que ninguna, pero me gustaría que me lo aclararas.

  17. Ángel dijo:

    Smolina, me has pillado… Soy un liberal peligroso :-D

    Creo que es razonable que haya un salario mínimo interprofesional. No creo que tenga por qué haber ningún otro tipo de condicionantes, incluyendo la obligación de tributar en concepto de desempleo, formación profesional y, si me apuras y nadie me fusila por el camino, pensiones. Me gusta el modelo de los fondos 401K de los americanos, por ejemplo, más que la Seguridad Social española (de la que tanto podríamos hablar).

  18. javier dijo:

    Parece un post del capitán obvio. De todos modos me gustó más el anterior, pago X porque si pago menos pierdo dinero y me merece más la pena dedicarme a plantar higos chumbos.

  19. Smolina dijo:

    No conocía la existencia de los fondos 401K, me parece interesante, aunque le daré una pensada antes de pronunciarme. Gracias.

    La pregunta no iba por ahí, sino que pensaba en algo mas amplio: si ofreces un puesto y se presentan dos candidatos iguales, pero uno de ellos le conoces y estaría dispuesto a utilizar la fuerza para conseguir lo que quiere, ¿a quién de los dos escogerías?

  20. jm dijo:

    La verdad es que entiendo la simplicidad de la oferta y la demanda.¿ Tu quieres ésto mio ? veo que estas ansioso por que te lo de, pues fijate que me lo vas a demostrar, que me vas a dar mucho más de lo tuyo.
    Lo que no entiendo es como puede haber millones de chinos con tan poca visión estrátegica que no se quedan en casa para presionar y conseguir mejoras laborales. ¿ alguien me lo explica ?

  21. Ángel dijo:

    Smolina, no entiendo lo que quieres decir con lo de conocer a un candidato “dispuesto a usar la fuerza”. Sea lo que sea, creo que te sales del planteamiento oferta/demanda y fijación de salarios del que hablamos.

    Jm, en el momento en que yo te doy algo y tu pagas a cambio (sea cuanto sea), ambos somos más ricos que antes. Tú has considerado que lo que yo tenía te convenía más que el dinero que me has dado (si no, no lo habrías comprado). Yo por el contratio valoro más el dinero que el objeto (si no, no te lo habría vendido). Ambos contentos. Sería absurdo que te vendiera el objeto por menos de lo que tú estás dispuesto a dar por él, ¿no crees? Partiendo de la base de que nadie te obliga a comprar mi producto, ¿Se trata de una injusticia?

    Respecto a China, yo te lo explico: existe menor oferta de puestos de trabajo que de masa salarial. Oferta y demanda. De hecho, si cogieses todos los puestos de trabajo de estados unidos y te los llevases a China, seguiría habiendo parados. En esas condiciones, lo lógico es que los sueldos bajen, no suban. Oferta y demanda. Oferta y demanda.

  22. Ángel dijo:

    Javier, ¿quien es el obvio, el obvio o el obvio que obvia al obvio? :-D

    Empecé el post diciendo que era un planteamiento obvio. ¿No es más obvio aun que lo ratifiques en los comentarios? ;-)

  23. Sergio Montoro Ten dijo:

    Creo que no has captado bien el concepto de Mercedes.
    Mira de dónde proviene el logotipo de la marca:
    http://www.sergiomontoro.net/img/mercedes2.jpg

  24. javier dijo:

    Digamos que los obvios obvian su propia obviedad a la hora de comentar obviedades.

  25. silta dijo:

    He leído la entrada sobre las 19:00 horas y me he quedado con ganas de comentarla… He leído algunos comentarios y en general creo que entiendo bien los planteamientos, lo único que me llama la atención de todo esto es … ¿nadie plantea cambiar, pensar de otra manera? Quiero decir esto es así, pero ¿no podría ser de otra manera? Es tarde y estoy cansado. Yo no soy Krugman, ni un líder empresarial, ni “na de na” pero pienso que debe haber una “3ª vía”.

    Creo que dicho de otro modo … ¿no podemos ver un mundo en que Mencendes no suba precios y no pretenda vender más y más coches? simplemente vender los que puede producir de manera rentable a “buen precio” y si hay más “deseantes” … pues que lo intenten para el siguiente año. ¿No podría ser ese otro posicionamiento? Y si no trata de simplemente inflar el precio y tampoco de producir como sea, abaratando una y otra vez mediante la creación de plantas en países pobres donde resulta más barato producir; eso no podría significar un sistema más sostenible con oportunidades de otros mencendes en otras áreas??
    Pienso en voz alta… Gracias.

    Namaste,
    silta

  26. Silta, estoy convencido de que no puede ser de otra manera. Porque implicaría negar la naturaleza egoista del ser humano. Vale, hay ejemplos de personas altruistas; pero son la excepción.

    ¿No vas tú a la panadería que está una manzana más lejos simplemente porque el pan es 10 céntimos más barato? ¿No comparas en internet el precio de cualquier cosa para ver dónde te puedes ahorrar unos euros? ¿No intentas conseguir el mejor salario para tu trabajo? Si tú intentas sacar el máximo rendimiento por tu dinero, tu tiempo, tu esfuerzo… ¿por qué vas a esperar que el fabricante de coches haga algo distinto, y donde puede obtener 20 diga “bah, no, me conformo con 10″? Si alguien te ofrece 2000 euros por hacer el mismo trabajo que haces ahora por 1500… ¿qué haces? ¿aceptas el cambio o dices “no, no importa, me quedo con lo que cobraba”?

    “Bueno, claro, voluntariamente no lo hacen, es que habría que obligarles”. Vale, entonces nos vamos a un sistema ya conocido, el que eliminaba el incentivo al esfuerzo individual. No funcionó, de hecho, fue un desastre.

    En cuanto a China; al margen de una cuestión de oferta y demanda como plantea Ángel (y que podemos ver aquí también; cuando todo eran vacas flacas, la vendimia que la hagan los rumanos y los moros, que es un trabajo duro y mal pagado. Pero ahora que la cosa está jodida, ya hemos bajado el listón y lo que antes no queríamos ya sí lo queremos), es una cuestión también de alternativa. Es muy fácil (y un error) juzgar la situación de los chinos desde nuestra perspectiva occidental. Pero para ellos, trabajar en fábricas en esas condiciones (que a nosotros nos parecen insalubres, injustas, etc, etc…) es mejor alternativa que estar donde estaban hace 30 años, en el campo, eslomados a trabajar para morirse de hambre.

    Los chinos (y los indios, etc.) están viviendo ahora el mismo proceso que en Europa se vivió hace un par de siglos (y en España hace 50-100 años), el mismo por el que millones de personas abandonaban el campo y se iban a vivir y trabajar a las ciudades, en condiciones que hoy nos parecen infrahumanas, pero que eran mejores que las que dejaban atrás.

    Llegará un día en que la oferta y la demanda se vaya equilibrando en aquel país igual que lo han hecho en los nuestros (por cierto; en ese proceso, y con el mundo globalizado, lo más probable es que nuestras condiciones de equilibrio tengan que empeorar para que las suyas mejoren: vasos comunicantes), y vayan transitando un camino similar al que hemos recorrido nosotros. Pero es un proceso que no se da de la noche a la mañana.

  27. Smolina dijo:

    Angel, me refería a que en la vida real, no sólo existe el planteamiento tan pulcro de fijación de salarios que has relatado. La pregunta (muy traída por los pelos, lo siento) es para averiguar si en ése planteamiento podría existir el beneficio al contratar a alguien pensando si no contrato a éste tío, me mata”.

    Para fijar el importe del salario, si sólo nos fijamos en oferta/demanda y no tenemos en cuenta otras opciones no deseables pero reales, tu planteamiento es perfecto. Por eso el preguntarte cuáles serían los limites que pondrías a tu razonamiento.

    Una pregunta más: ¿extrapolarias tal cual el sistema explicado en tu razonamiento a cualquier negociación entre dos o más partes, no tratándose sólo de salarios? ¿Pondrías algún límite en ésos casos?

  28. juanac dijo:

    El artículo se limita a dar una visión de libro de la oferta y la demanda. Efectivamente funciona, hasta el momento en el que pasamos al mundo real en el que se incumplen las leyes (jurídicas, me refiero).

    Prácticas como puestos cubiertos con becarios, horas extras no remuneradas, distorsionan esa bonita teoría de la mano invisible, la oferta y la demanda que se ajustan…

    Es más, empresas que incumplen la ley están incurriendo en prácticas de competencia desleal, y es posible que impidan competir en el mercado a empresas que cumplen la ley y son más eficientes.

    Al final, donde la teoría dice que con la oferta y la demanda un trabajador debería cobrar 30000 euros, la práctica dice que le pago 15000 porque tengo 5 becarios que me sacan el trabajo gratis.
    Y la empresa que cumple la ley y ofrece los 30000 euros, acaba cerrando porque no puede competir con tanto ladrón.

  29. Juanac, no tienes razón. La ley de la oferta y la demanda sigue funcionando, y el equilibrio de mercado es el resultante de la interacción de esas fuerzas. Si hay puestos cubiertos por becarios sin cobrar es porque en el mercado hay gente dispuesta a hacer ese trabajo sin cobrar. Si no la hubiera, el empresario tendría que pagar sueldos más altos para que se hiciese ese trabajo, pero como los hay, no lo paga. Así que no es verdad que “con la oferta y la demanda un trabajador debería cobrar 30.000″. Si cobra 15.000 es porque la oferta y la demanda dicen que tiene que cobrar 15.000.

    Por cierto, tener becarios no va contra la ley.

    Pero efectivamente, si hay gente que se salta las leyes, hay que perseguirla; para eso están las leyes, y para eso están los instrumentos del Estado, para hacer que se cumplan, para delimitar el campo en el que va a actuar la ley de la oferta y la demanda. Pero ésta va a actuar inexorablemente, igual que la gravedad.

    Y esto es exactamente igual para el caso que expone Smolina: si hay comportamientos ajenos a las leyes (como la amenaza) lo que hay que hacer es perseguirlos y evitarlos. Si no, las leyes de oferta y demanda funcionarán igual, pero incluyendo en la ecuación esas alteraciones (y entonces “el más barato” no es sólo el que menos dinero me cuesta de forma directa, sino el que “menos problemas me genera, incluyendo coste económico y otros costes y riesgos”).

  30. Ángel dijo:

    juanac, no voy a ser yo el que defienda a las empresas de becarios que se venden como consultoras, pero… Si los clientes compran el producto que se genera con becarios, entonces es lógico que el empresario prefiera contratar becarios para ser más barato o ganar más dinero. Como decíamos antes, si te ofrecen un coche por 10.000, ¿Vas a ofrecer 20.000 por que te parece más justo?

    Esto me recuerda a algunos de mis compañeros telecos que se quejaban en su momento de que cualquiera se metía a montar redes de área local y que por ello los precios estaban tirados. Pues claro. Lo lógico es que si tu realmente tienes más nivel que los becarios, busques mercados y labores que los becarios no puedan cubrir. Ahí será donde puedas ganar dinero. Pero si tu rendimiento es igual al de un becario o al cliente le da igual la calidad “becario”… Oferta y demanda.

    Otra cosa es que discutamos sobre la figura que teóricamente debería ser un becario (prácticas, aprendizaje) y en lo que realmente se convierte (contratos laborales precarios encubiertos). Pero eso no quiere decir que las inexorables fuerzas de oferta y demanda no funcionen: si fuera malo para los becarios, no lo cogerían. Si fuera malo para empresarios y clientes, no lo ofertarían. Lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo… ;-)

    Pero incluso si nos metieramos a controlar fuertemente el tema becarios, nada impide que si el trabajo lo pueden hacer no titulados, FP’s o cualquier otra categoría profesional más barata que los ingenieros y licenciados los empresarios recurran a ello para abaratar costes. Y mientras los clientes compren… Hay un mercado.

    ¿Es la solucion colegiarlo y sindicarlo todo para que nadie pueda entrar en nuestro ranchito? Creo que eso, de nuevo, resta competitividad. Creo que la solución es hacerse cada vez más competitivo de forma que ni becarios ni otras categorías profesionales puedan hacer lo que uno hace.

    Pero claro… Es que eso es dificil. Es el camino cuesta arriba. Es trabajo constante, mejora constante. Y eso parece que nos mola muy poquito.

  31. juanac dijo:

    Efectivamente si los mecanismos para perseguir a las empresas que vulneran la ley funcionasen, no habría mayor problema y el artículo tendría toda la razón. La realidad, al menos desde mi experiencia personal, es que no es así.

    Por otro lado, tener becarios sustituyendo puestos que de otra manera hubiesen sido ocupado por trabajadores si que es ilegal, y se acaba traduciendo en más oferta de mano de obra => menores salarios.

    El ejemplo de los becarios era tan sólo uno más. Lo mismo se aplica con las empresas que no cumplen la ley al no pagar horas extras, que ahorran costes incumpliendo las leyes relativas a prevención de riesgos, que pagan parte del sueldo en “dietas” que no lo son, y un largo etcétera que he conocido y padecido y que, en el mejor de los casos, se saldan con un tirón de orejas o una multa irrisoria.

    En cualquier caso estoy de acuerdo en el 99% de lo que se dice en el artículo :) Un saludo y gracias por la crítica.

  32. Smolina dijo:

    Por lo que he leído, entiendo entonces que el límite lo pondríais en lo que a cumplir la ley se refiere. 100% de acuerdo con ello, aunque me chirría un poco que te denomines “liberal peligroso” :-)

    En lo que se refiere a salarios, la oferta y demanda es lo más lógico que se me ocurre, siempre que no haya trampas.

    Sobre los colegios profesionales, 100% de acuerdo en que no son la solución a los problemas de todos los sectores y profesiones, pero también creo que son un mal necesario. Siempre y cuando tengan responsabilidades sobre las consecuencias de sus actos. Evidentemente, si sólo se crean para fijar precios mínimos y lo demás les resbala, no es un colegio profesional. Es un cartel, una mafia.

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